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¿Qué son las arritmias cardiacas?
Las arritmias son trastornos eléctricos del corazón que se manifiestan como alteraciones del ritmo cardiaco.
Pueden aparecer en personas con otros problemas cardiovasculares previos (angina de pecho, infarto de miocardio, problemas valvulares, hipertensión, miocardiopatías, etc…), pero también en pacientes sin ninguna otra manifestación de cardiopatía.
Se pueden producir ritmos rápidos (taquicardias) o ritmos lentos (bradicardias). Los síntomas, el pronóstico, y el tratamiento son diferentes en cada uno de los casos.
Unidad de arritmias
La Arritmología es un área específica dentro de la Cardiología, que ha experimentado un desarrollo científico y tecnológico espectacular en las últimas dos décadas.
Centra su actividad en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con trastornos de ritmo cardiaco (Taquicardias o Bradicardias), dispositivos implantados, diagnóstico de los pacientes con síncopes y estudio de la muerte súbita cardiaca.
La cartera de servicios de nuestra Unidad de Arritmias incluye
- Consulta externa de arritmias y marcapasos donde se hace valoración y seguimiento de pacientes con patologías arrítmicas, y revisión de todo tipo de dispositivos.
- Estudios no invasivos: Test de basculación, tests farmacológicos.
- Cardioversiones eléctricas programadas.
- Estudios electrofisiológicos (EEF) y Ablación con catéter de arritmias cardiacas.

¿Qué es la cardioversión eléctrica?
La cardioversión eléctrica (CVE) es una técnica que se realiza para quitar una arritmia (normalmente la fibrilación auricular) y que consiste en un choque a nivel torácico aplicado con un desfibrilador, y con sedación profunda.
Se indica para recuperar el ritmo normal (ritmo sinusal) en pacientes que mantienen la arritmia a pesar de fármacos, y es preceptiva la anticoagulación previa.
¿Qué es la fibrilación auricular?
La fibrilación auricular es la arritmia más frecuente en la población general. Se suele producir en personas con otros problemas cardiacos, pero también puede aparecer en personas jóvenes sin ninguna cardiopatía asociada.
Suele presentarse con síntomas de palpitaciones, como otras taquicardias, y también síntomas asociados al desarrollo de insuficiencia cardiaca.
La principal complicación de la fibrilación auricular es la posibilidad de desencadenar embolias e ictus, motivo por el cual muchos pacientes deben tratarse con fármacos anticoagulantes.
¿Todos los pacientes con fibrilación auricular deben tomar anticoagulantes?
No. Depende de la edad y de otros factores de riesgo que, en conjunto, nos hablan de la probabilidad de que una persona concreta pueda tener una embolia. Es necesaria una valoración por su médico de todos estos factores a la hora de indicar la anticoagulación.
La anticoagulación sí es obligada, no obstante, en todos los que se vayan a someter a una cardioversión eléctrica, así como en los pacientes que estén operados y tengan una válvula protésica mecánica.
Arritmias peligrosas para la vida
Generalmente, las arritmias ventriculares son las que revisten mayor gravedad, aunque no todas se asocian a un mayor riesgo de problemas cardiacos graves o muerte súbita.
En pacientes que han presentado algunas de éstas arritmias, se debe hacer un estudio cardiológico completo con vistas a valorar riesgo y decidir opciones de tratamiento.
Otro caso es el de los pacientes que han tenido antecedentes familiares de “arritmias malignas” o muerte súbita, en cuyo caso deberá también hacerse un estudio cardiológico, así como a sus familiares.
En algunos casos, podrá estar indicada la realización de un ESTUDIO ELECTROFISIOLÓGICO, con o sin ABLACIÓN, el implante de un HOLTER SUBCUTÁNEO, tests GENÉTICOS, o incluso el implante de un DESFIBRILADOR AUTOMÁTICO.
El tratamiento más aconsejable para cada caso se decide tras un estudio exhaustivo por la Unidad de Arritmias, y según las preferencias del paciente.
Síncopes inexplicados
En muchos pacientes con síncopes (pérdidas de conciencia) no se les consigue averiguar la causa tras un estudio cardiaco exhaustivo.
En algunos de estos casos puede estar indicado el implante de un Holter subcutáneo, que consiste en un pequeño dispositivo de registro continuo del electrocardiograma, y que nos puede dar el diagnóstico al registrar el momento exacto en el que el paciente vuelva a sufrir un síncope.
¿Cómo se implanta un Holter subcutáneo?
La implantación de un Holter subcutáneo es una intervención que se hace en régimen ambulatorio, bajo anestesia local, tras la cual el paciente se puede marchar a casa.
En el mismo implante el dispositivo queda ya programado para detectar automáticamente todos los eventos arrítmicos que se produzcan y, además, se le proporciona al paciente un mando para activar registros adicionales cuando presente síntomas.
Si ocurre algún evento (síncope o taquicardia), procederemos a su lectura y tomaremos las necesarias medidas terapéuticas.
Estudio electrofisiológico
Es el estudio que se realiza con catéteres previo a un tratamiento de taquicardia mediante Ablación. Otras veces, el procedimiento no va acompañado de ablación, porque se indica para estudiar una posible causa de síncopes, o esclarecer el origen de una taquicardia, o valorar el riesgo de arritmias malignas y muerte súbita en determinados pacientes, que se pudieran beneficiar de un desfibrilador automático.
Ablación con catéter
Es una técnica de tratamiento percutáneo de las arritmias, es decir, sin necesidad de operar y, en principio, sin anestesia general.
Se realiza mediante unas punciones a nivel de la ingle (vena femoral) y, a veces, en otras venas, a través de las que se insertan catéteres para el estudio interno de la actividad eléctrica cardiaca.
Siempre se hace un ESTUDIO ELECTROFISIOLÓGICO para comprobar dónde se localiza el origen de la taquicardia y, a continuación, en el mismo procedimiento, se lleva a cabo la ablación, que consiste en una pequeña lesión que producimos en la zona de músculo cardiaco anómala, para el tratamiento definitivo de la taquicardia.

¿Qué son las taquicardias paroxísticas?
Se trata de episodios de palpitaciones de aparición súbita, sin más síntomas por lo general, que pueden durar desde unos minutos hasta uno o dos días, y en los que el corazón puede latir entre 140 y 240 latidos por minuto.
Pueden presentarse tanto en personas jóvenes como mayores, y en algunos casos pueden ser muy mal toleradas por el paciente (dolor torácico, mareo, síncope, falta de aire…), sobre todo si existe alguna otra cardiopatía asociada.
¿Son peligrosas las taquicardias paroxísticas supraventriculares?
En general no es una situación de riesgo vital, pero si son muy repetidos, se aumenta el riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca congestiva. Pueden llegar, no obstante, a interferir con las actividades diarias por ser muy sintomáticas.
¿Tienen tratamiento las taquicardias paroxísticas?
Sí. Para las crisis agudas, se pueden hacer ciertas maniobras que el paciente puede hacer por sí mismo:
- intensos esfuerzos de presión conteniendo la respiración,
- masaje a base de suave presión sobre las arterias del cuello,
- otras que le indicará su médico.
También pueden añadirse ciertos medicamentos antiarrítmicos, pero el tratamiento curativo es la ablación con catéter, que consigue el cese definitivo de la taquicardia con una alta efectividad.
¿Qué es una bradicardia?
La bradicardia es un ritmo caracterizado por una frecuencia cardiaca más lenta de lo normal, por debajo de los 60 latidos por minuto.
Esto puede ser normal en deportistas o personas jóvenes físicamente activas, generalmente durante el sueño. En estas personas, el ejercicio físico mejora la capacidad del corazón para bombear sangre, necesitándose menos contracciones para cumplir con las necesidades del cuerpo.
En otros casos, la bradicardia puede ser debida a alteraciones en las zonas del corazón que generan los impulsos cardiacos (nódulo sinusal) o en aquellas que los transmiten (bloqueos cardiacos), y habitualmente precisan el implante de un marcapasos para tratar el problema.
¿Qué es una taquicardia?
Son ritmos caracterizados por una frecuencia cardiaca más rápida de lo normal. Un corazón adulto sano normalmente late, en reposo, de 60 a 100 veces por minuto. Hablamos de taquicardia cuando la frecuencia cardíaca sube por encima de 100 latidos por minuto.
En muchas situaciones, como ante la presencia de fiebre, stress, nerviosismo, ejercicio físico intenso, alteraciones de las hormonas tiroideas u otras enfermedades, el corazón responde aumentando la frecuencia cardiaca. Esto es lo que llamamos taquicardias sinusales fisiológicas y, en general, sólo precisan el tratamiento del trastorno causante, si lo hubiera.
En otros casos, la taquicardia se debe a ritmos anómalos o patológicos que es preciso tratar específicamente, bien con fármacos, con dispositivos implantables o mediante procedimientos con catéter.
Curar la fibrilación
En algunos pacientes, es posible ofrecer un tratamiento con intención curativa, que puede lograr la desaparición de la arritmia hasta en un 70- 80% de los casos. Consiste en la Ablación y aislamiento de las zonas donde se origina la fibrilación auricular.
Esto se puede realizar en el curso de una intervención de cirugía cardiaca (en pacientes que se operan por problemas valvulares, generalmente), o mediante Ablación con Catéter (introduciendo los catéteres a través de la ingle) en la que se crean unas pequeñas lesiones o quemaduras dentro de la aurícula.
Para identificar a los pacientes que se pueden beneficiar de este tratamiento hay que valorar antes determinados factores, como son la duración de la arritmia, cómo se encuentre de afectado el corazón, y la presencia de otras enfermedades.